Soy Walter Mauricio Robles Rosales, abogado peruano, Profesor Principal de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV, especializado en Derecho Constitucional y Ciencia Política en pre grado y en las mestrías y doctorado.
Director de la Escuela Profesional de Derecho de la UNFV desde enero del 2011 hasta la actualidad. En este Blog, usted podrá encontrar artículos, ensayos y trabajos de investigación sobre Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Derecho Administrativo, Ciencia Política, Conciliación, entre otros. Mediante esta página web pongo a disposición de todas las personas mis trabajos, asi como los comentarios de análisis político que realizo a través de diferentes medios de comunicación y eventos académicos que se llevan a cabo en mi país.
martes, 9 de junio de 2009

PostHeaderIcon La tragedia del amazonas

Creo que ningún peruano sensato puede sentirse alegre de la tragedia acontecida en el Oriente peruano: la cantidad de muertos y heridos, civiles y policías; la destrucción de locales pertenecientes a instituciones privadas y del Estado, como el Juzgado, el Gobierno Regional y local, las comisarías, el PRONAA, etc. son una muestra de la protesta de un pueblo que desconfía y rechaza a sus autoridades en las políticas públicas que se planeó llevar a cabo para el desarrollo regional de la amazonía.

En política hay un viejo dicho que dice: “en política no hay sorpresas, sólo hay sorprendidos”. En efecto, el conflicto desencadenado en el pueblo oriental, se veía venir desde hace un año. Y el Ejecutivo fue alertado por voces serias de la disconformidad de las comunidades nativas, pero no se adoptaron medidas razonables que desmontaran aquellos preparativos violentistas que alentaban abiertamente sectores radicalizados.

La extrema pobreza, el analfabetismo, la precaria salud y el desempleo expresados en grado sumo en la selva peruana, cuyos autores de esta expoliación han sido y son las poderosas empresas transnacionales aliados con gobiernos entreguistas, que Haya de la Torre, el lúcido revolucionario indoaméricano denunció oportunamente en su “Antiimperialismo y el APRA”. La impune depredación de la riqueza que contiene sus tierras arrebatadas históricamente sin recibir nada a cambio, son los viejos problemas que el gobierno del Presidente García ha encontrado, y son ahora el caldo de cultivo para cualquier político demagogo e incendiario que en su ascenso al poder le importa poco el cerro de cadáveres sobre los cuales tendría que tramontar.

El resultado luctuoso de muertos debe ser una herida en el corazón del Perú. Es el triunfo pírrico de los halcones y buitres que suelen alimentarse y cebarse de cadáveres. Los extremos angurrientos quieren más muertos, lo acaecido es poco, se quiere más sangre, más viudas, más hijos sin padres, más llanto. La tolerancia, la sensatez y el diálogo han perdido una eventual batalla. Y veo que aún se alienta la rebelión. Por allí se está acordando una huelga indefinida. Y por allí se espera agazapado para tomar los caminos y los puentes como paso previo para agudizar las contradicciones y acceder violentamente al poder. Los incapaces en convencer al pueblo para que éste les otorgue su voto democrático, sonríen complacientes en la creencia que llegó la hora de capturar el poder para imponer un vetusto modelo de política que en otras latitudes ha fracasado.

La pregunta obligada es qué hacer frente a esta situación de presunta confusión. Yo creo que es hora de que se reanude el diálogo. Que se sienten en una mesa los actores y discutan sus puntos de vista. Pero para dialogar hay que tener voluntad de hacerlo, y hay que estar dispuesto a aceptar errores, de un lado como del otro. Todo en la experiencia humana es perfectible, siempre se puede mejorar. La perfección absoluta no existe. Por lo pronto, la Iglesia, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Publico, han manifestado su deseo de contribuir a este diálogo. Entre hombres sensatos y razonables puede hacerse la luz. No creo que las tinieblas del odio cainita nos ganen la buena voluntad.

Por lo pronto la decisión de los comuneros nativo de acudir al Tribunal Constitucional, intérprete supremo de la Constitución, para que resuelve el pedido de declarar la inconstitucionalidad de los D. Leg. es una salida acertada. Así, se sabrá a ciencia cierta si estas normas violan la Constitución o la respetan. Nuestros magistrados, expertos en Derecho Constitucional tienen la palabra autorizada para decirle al país si los decretos legislativos promulgados por el gobierno, son o no, constitucionales. Y a partir de ahí, se puede ver que es lo que se puede derogar, rectificar o mejorar. Esta será la mejor referencia jurídica para aclarar confusiones y enrumbar conductas.

No olvidemos que en el fondo de este escenario político la pregunta es cómo salir del subdesarrollo regional, cómo aprovechar la enorme riqueza que contienen las entrañas de la selva amazonense; cómo el Estado peruano puede explotar eficientemente su flora, su fauna, sus recursos energéticos Por que sin duda, el Perú necesita petróleo, gas, minerales y maderas para incrementar los niveles de exportación y consumo interno, generar recursos para que sean invertidos en proyectos de desarrollo de la selva, de la sierra y de la costa. De modo que creo que en el propósito de contenido estamos de acuerdo, los yerros han sido en la forma. Entonces, ampliemos la presencia y voz de los actores. No olvidemos que el Estado somos todos: pueblo, gobierno, territorio y soberanía. El pueblo de los comuneros nativos tiene mucho que decir. Y el gobierno tendrá la oportunidad de explicar en detalle cómo se van a llevar a cabo las políticas de Estado ¿ Acaso, no cree usted amigo que me escucha, que debatiendo ideas sobre el tapete, algo satisfactorio puede darse? Yo creo que sí. Entonces, bajemos los decibeles de la grita y pongámonos a dialogar en los mejores términos.

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